miércoles, 3 de noviembre de 2010

19+1

Dos décadas de experiencias y vida...20 años no son en vano.

Creo que los diecinueve años no me trataron nada de mal, fueron mucho mejores que mis ansiados dieciocho años. La edad que dejo atrás me enseñaron muchas cosas, comencé a ver la vida de una manera madura, tomé las decisiones que quizá quedarán para siempre y marcarán este largo camino, en resumen, crecí.
Nunca he esperado mucho mi cumpleaños y nunca he esperado mucho de ellos tampoco, el simbolismo de la fecha de mi nacimiento nunca ha llamado mi atención hasta ahora y ayer no fue la excepción. No fue un día diferente quizá los saludos de personas que no veías o no hablabas desde hace mucho tiempo te llegan de sorpresa o los regalos que no esperaste te alegran y todo lo que alguien hace por tí para que seas feliz en tu día hacen esa diferencia pero siento que ese día marcó algo que quizá ahora no veré tan claramente pero sé que marcará un mañana de mucho por vivir, un vivir bien, seguro, sin cosas al azar, sin dejar al destino lo que se puede cambiar con decisiones bien pensadas y acciones bien ejecutadas.
He entrado en la etapa en la que de alguna manera la niñez se guarda en la caja de los recuerdos, y se ve de vez en cuando para jamás olvidarla...
Dicen por ahí que los veinte es la mejor edad, ojalá sea cierta ese frase.
Desde ahora quisiera sólo poder disfrutar este nuevo año, que me traerá sin duda aventuras, sorpresas, nuevos desafíos, quizá algún problema pero espero tener la compañía y buena compañía de ese alguien que llegó en mis diecinueve y espero que no se vaya hasta cuando los tres deseos ya no sean deseos.

Véronique