sábado, 29 de mayo de 2010

28 de mayo


Entre la multitud, desapareciendo de a poco, éramos dos seres totalemente ajenos al mundo.
Abrazados, respirando el mismo aire, tu olor se impregnaba en mí y el mío en tí.
Sintiendo nuestros corazones latir fuertemente, bailando una canción como si fuera dedicada a nosotros, ahí en medio de toda esa gente que pasaba rápidamente, en medio del pitaso que hacía la última llamada a la gente que viajaba, con sabores distintos en los labios pero con un sentimiento mutuo. Ese sentimiento inexplicablemente hermoso que hacia mis ojos brillar ante tu mirada, esa mirada profunda y que desnuda mi ser.
Sentía tu nerviosismo, tu impaciencia, la indecisión tan característica en tí, las palabras a punto de salir y que callabas.

Un 28 de mayo, en una estación de trenes, en el mismo lugar en donde por primera vez nos tomamos de la mano, en el lugar donde comimos por primera vez la primera de tantas pizzas, en ese lugar me propusiste un nuevo comienzo, me invitaste a un nuevo viaje, me hiciste una pregunta... y yo te respondí, aclarando tu duda.
Sabía las palabras que saldrían de tu boca, sabía de antemano la respuesta a tu pregunta.
Lo que no sabía era que ese día iba a terminar así.
Lo que nunca supe era que estos días iban a estar llenos de sorpresas, llenos de felicidad.
Lo nunca nunca supe, era que no sabía absolutamente nada.
Lo que sé ahora, es que te quiero, mucho más de lo que pensé.

(Guardaré en mí, tus palabras como un tesoro)

Hoy conquistamos al mundo.Y en una nueva locura quisimos gritarle lo nuestro...


Véronique

sábado, 22 de mayo de 2010

Sueño de media tarde

¿Por qué te arrepientes al hablar?
Cuando te sentí, ya te habías ido. No había nadie ahí.
En un silencio y sin sospechar, se acercó a mi oído y quizo esbozar una palabra. Esa palabra, susurro de tu voz inconfundible, despertó mi sueño al borde de la página. Pensando, sin pensar y con música de fondo, soñaba un cuento en vida real.
Con la mente en la mitad del juego inconcluso, que es la realidad mágica de un sueño, por una parte en el rincón de los deseos más profundos y por otra, en el lugar donde cada vez estoy más cerca de la luz al final del camino. Me dormí.

A veces no son sueños, ni tampoco es realidad.

Véronique

viernes, 21 de mayo de 2010

"Loco por tí..."


"Siempre hay un poco de locura en el amor, aunque siempre hay un poco de razón en la
locura"

Friedrich Nietzsche







Me encanta hacer locuras contigo!




Véronique

sábado, 15 de mayo de 2010

Una canción para la lluvia




La lluvia comenzó tranquila, insípida, silenciosa. El frío no sudaba, mas los vidrios transpiraban en su interior hasta deshidratarse.
Nuestras pupilas titilaban bajo la tenue luz que alumbraba nuestras siluetas en aquella calle desierta.
La lluvia caía directamente hacia nosotros, nos mojaba el rostro. Nuestras manos iban entrelazadas, la mías tan congeladas como siempre y la tuyas tan tibias como tu aliento cuando me dijiste "te quiero" bajo el umbral de puerta.
Mientras caminabamos la música de fondo se escuchaba desde lo profundo de nuestro ser, imaginaba una banda sonora siguiendo nuestros pasos, acompañando nuestro camino una tarde de lluvia y café. En mi mente bailaban los pensamientos, sin embargo, iba silenciosa como la lluvia, no necesito hablar para expresar lo que siento, a veces las palabras me estorban un poco,
pero siempre es necesario decir lo callado.
Pensaba en lo raro de esa situación, en lo raro de nuestra situación. En lo nunca pensado, en lo no planeado y en la siempre bienvenida sorpresa de cada día. Y eso es lo que tú me das cada día, una sorpresa, algo nuevo para ver, algo nuevo para conocer. Me alegro de haberte encontrado, me alegro de haber tenido una tan grata sorpresa, como la que eres tú.

Y la canción comenzaba así...
"Mientras la lluvia cantaba a la orilla de sus labios
las sombras se alargaban paso a paso
logrando una nota armónica y una calma silenciosa
la aterciopelada piel de una rosa
inquietaba mi parsimoniosa resistencia
una fascinante sonrisa quebrantó mi conciencia
dejando a la razón esperando otra ocasión
con notas vigorosas la lluvia continúa contando esta historia..."




Véronique

jueves, 13 de mayo de 2010

Una sonrisa...

Sólo quiero que me regales nuevamente tu sonrisa, aquella sonrisa que me encanta y que se dibuja en tu cara instantáneamente después de una situación divertida. Aquella tierna sonrisa que espero ver todos los días, en la micro, en el pasto, en la calle, mientras tomamos un café o comemos pizza o en el lugar al que improvisadamente vamos.
Quiero que esa sonrisa siempre esté en ti, y que cada vez que esté triste me alegre el día, y que cada vez que no estés junto a mí pueda recordarla como una imagen viva en mi mente.
Me gustas y no tengo nada más que decir...porque para esto no necesito la razón.

Les jours sont très belles avectoi !


Véronique

sábado, 8 de mayo de 2010

Una historia de otoño


En un día de otoño me robaste y me sorprendiste. Al otro día me regalaste la luna, aquella luna que iluminó nuestra amistad. Me regalaste palabras bonitas, sinceras, me confiaste sentimientos y pensamientos.
En un día de otoño, me tomaste de la mano y nunca más me soltaste, y después de que el pasto, los árboles, las calles y la ciudad completa habían sido bañadas por la primera lluvia de otoño, nos miramos con otros ojos, observabamos además de nuestro alrededor, nuestro interior.
En una tarde de otoño nos encontramos juntos, viendo como el sol se despedía del día, te abracé por la espalda y sentí latir tu corazón.
En un una noche de otoño , sin premeditarlo y mientras el sol yacía en su guarida, escondido, se hacía de noche y las palabras calladas salieron una a una. Mirando el horizonte y luego a mis ojos, dijiste aquella frase que cambió un día normal en un día especial de otoño. Y desde ese día, sin esperarlo, sin buscarlo y sin pensarlo, encontré todo lo que necesitaba...

Con un deseo al borde de lo labios, le dije a adiós al sol y a le dí la bienvenida a la luna


Véronique