lunes, 29 de marzo de 2010

La habitación del mar


Escogió uno de sus discos favoritos. Aquél que tenía la marca con lápiz azul y tinta negra. Caminó hacia la mesita y colocó cuidadosamente la aguja en el disco. La música paulatinamente comenzó a inundar la habitación en silencio.
Sintió escalofríos, y la piel se le erizó. Tomó la taza entre sus manos y bebió un sorbo de su capuccino recién hecho. El aroma a café y a brisa marina le embriagó hasta el alma, y no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa al mismo tiempo que cerraba los ojos y sentía que la melodía de las olas se colaba entre sus huesos. Sus pies tocaron fondo, la arena del mar le hizo cosquillas y el agua le congeló los pensamientos. La sal se pegó en sus labios y se derritió al vapor de su aliento. El reflejo del mar se escondió en sus ojos y no quizo salir nunca más.
Sentada en su sillón y al final de la canción, mirando al cielo, el mar se escapó, inundó sus ojos y recorrió sus mejillas dejando en su cara y en su café un tibio sabor a sal.

(Café con sal)


Véronique

**Entre días intensos, tensos y llenos de emociones , hoy fue mi primer día de universidad, estoy más que muerta, y más encima tengo que estudiar para mañana porque tengo prueba de psicomotricidad, o sea súper rico ¬¬
Mañana se viene el "cachorreo"!

miércoles, 24 de marzo de 2010

Monde imaginaire


Sin pensarlo, sin premeditarlo, se perdió tras los árboles, tras las ciudades, tras el mundo.
Se dibujó y creó. Recortó una bicicleta y pintó su camino. Viajó alrededor de su mundo.
El aire tenía aroma a violetas, mezcladas con olor a hojas secas caídas en otoño y un toque de esencia de chocolate. Viajaba entre las ventanas abiertas cerca del mar y cerca del cielo. Volaba mientras el viento le rozaba las mejillas y, a veces tan fuerte que no podía evitar que de sus ojos cayeran algunas lágrimas.
Quizo descansar y tomó una nube entre sus manos y durmió un rato en ella. Era tan cómoda como su cama. Cuando despertó las flores desprendían algunos de sus pétalos para dar color al paisaje y el sol aún seguía mirando el horizonte sentado en su sillón.
Se sacó los zapatos, y corrió por el pasto que era tan suave como el algodón, dando vueltas y piruetas, el pasto le hacía cosquillas en la planta de los pies y no podía evitar las carcajadas. De pronto las ruidosas risas despertaron a los árboles más ancianos que dormían casi todo el día. Se acercó a ellos, y observó atentamente sus cortezas, eran tan duras y tan arrugadas como la piel en la cara de su abuela.
El sol se quejó y comenzó a alejarse lentamente. De repente se derramó pintura naranja sobre él y cubrió todo el cielo, comenzó el atardecer.
Poco a poco la luna comenzaba a pintar su noche, pintó las estrellas y diseñó constelaciones. También el visitante pudo adornar la inmensa tela, tomó su pincel y empezó a pintar hasta que todo quedó como una verdadera obra de arte. Las estrellas fugaces que dibujó corrían tan velozmente que al terminarlas ya no las podía volver a alcanzar. La luna se sentó en su sillón y comenzó a leer un libro y todo quedó en silencio.
Unas gotas en su cara lo despertaron a la mañana siguiente, se levantó y las flores, los árboles y el sol estaban bañándose. Rápidamente tomó su pincel y comenzó a pintar un arco iris, el que a su vez pintó los cerros, la tierra y el mar.
De pronto supo que se tenía que ir. Se pintó en la cara una sonrisa, y comenzó su viaje de regreso. Las nubes le hacían sombra y los árboles le daban aliento. Sobre su bicicleta viajó tan alto hasta la luna y tan bajo hasta el fondo mar. Era el mejor viaje que nunca había hecho, esperaba volver algún día.

Mientras él regresaba, ella volaba hacia un lugar, fuera de este planeta.(Y esperando que el papel no se destiñera ni arrugara, lo dejó sobre la mesa y comenzó a escribir.)


Véronique

martes, 23 de marzo de 2010

Horizonte



Vi el horizonte, doblé la esquina en la que alguna vez esperé, sin ser esperada, y caminé en línea recta. Pasé las baldosas, los adoquines, el pavimento y las líneas amarillas y entrecortadas de la piel de una ciudad aterciopelada de color gris y de calidad barata. Las nubes de a poco se teñían de rojo, amarillo, naranjo y azul. El cielo parecía un óleo sobre tela aún fresco. Abrí la ventana y dí un respiro relajante. Era mucho por hoy. En el horizonte todavía se divisaba un espacio vacío, sin color y sin ningún rastro de vida.


Véronique

lunes, 22 de marzo de 2010

El sueño del elefante


Y en mis sueños, la noche del sábado por fin se realizó mi sueño de tener de mascota un elefante!
Y es que estos animales enormes, inteligentes, de envejecida apariencia y de una memoria maravillosa me encantan.



Véronique

viernes, 19 de marzo de 2010


Mis ojos quedan rojos e hinchados, pero el maquillaje ayuda para disimularlo. Y es que he llorado.

No tanto como quisiera, ya habrá tiempo para eso.
Me queda un nudo en la garganta cada vez que me resisto a llorar, y es que no me gusta llorar junto a alguien, y el nudo resiste hasta tal punto que desaparece, y trato de sonreír sin querer para soslayar este mal rato.
Si me preguntan como estoy, por supuesto que estaré bien para el mundo. Esa es como la regla universal. Y aunque quiera disimularlo alguien lo notó, no sé cómo, pero sin duda me sorprendió.
Y ahora sin maquillaje, cae y cae la tristeza. Ya no tengo a quién ocultarlo.


Véronique

miércoles, 17 de marzo de 2010

Noche estrellada




"Las estrellas están ahí, sólo debes mirarlas"



Kurt Cobain



Nunca había visto en Santiago una noche tan estrellada como la del domingo pasado. Y es que aquí en la ciudad con tantas luces lo poco y nada que se ve, ni siquiera lo disfrutamos. Recuerdo las noches en el sur, noches en las que pasaba horas mirando el cielo y no sólo se veían estrellas, sino que se veían las constelaciones, algunos planetas y muchas estrellas fugaces o cometas. Justo en ese tiempo de vacaciones estaba leyendo un libro sobre el universo, y es que ese misterioso y gigantesco mundo que no conocemos, me atrae.
El día domingo a consecuencia del corte de luz generalizado en casi la mitad del país, salí un rato al patio de mi casa y miré hacia el cielo, y algo llamó mi atención. Fueron esas estrellas, que casi nunca veo, pero que en ese momento adornaban tan hermosamente la noche que no pude dejar de mirar por un tiempo bastante largo. Incluso me subí al techo para verlas mejor. Fue muy impresionante ver el cielo de Santiago estrellado como nunca. Y es que esa poca costumbre de mirar hacia arriba hace que nos perdamos la maravilla que nos regala la noche.


Véronique

domingo, 14 de marzo de 2010

Je aime...


Me gusta el sonido que hacen los tacos en el piso
Me gusta el olor de la tierra mojada
Me gusta el sonido grabado de tu voz
Me gusta el olor a café cuando paso por un Starbucks
Me gusta sentir la lluvia sobre mi cara
Me gusta estar sola pero no la soledad
Me gusta comer sólo por el placer de comer
Me gusta escuchar música y cantar sin ser escuchada
Me gusta comprar cuando estoy triste
Me gusta leer, escribir y comprar libros
Me gustan los chocolates, las cartas y las rosas
Me gusta salir a caminar sola
Me gusta sentir la sensación de tentación de Adán y Eva hacia la manzana prohibida
Me gusta ver tu cara de tonto cuando me miras
Me gusta sentirme la mujer más linda del mundo
Me gusta hablar antes de dormir
Me gusta el rock, el blues, el jazz y el grunge!
Me gustas tú y también no me gustas
Me gusta guardar recuerdos pero a veces me gustaría no recordar
Me gustan las pastas, las tortas y las masas
Me gustan los regalos y los souvenirs
Me gusta la naturaleza, lo natural y lo anti-capital
Me gusta la música y los músicos
Me gusta el arte, la danza y danzar
Me gusta la noche, las estrellas y los planetas
Me gusta lo prohibido, la prohibición y el peligro
Me gusta las antigüedades y los hombres mayores
Me gustan los labios delgados y los besos.
Me gusta viajar y volar
Me gusta la libertad!

Véronique

viernes, 12 de marzo de 2010

Somnolencia


Ni al abrir ni al cerrar lo ojos, puedo todavía recobrar la conciencia.

Entre esas marañas entrelazadas y bien sujetas, estoy en busca del hilo que me lleve al inicio o al término de mis pensamientos, aquellos nunca descubiertos, o quizá, aún no despiertos.
Y sigo el camino en puntas y a tientas, siguiendo la línea no trazada y totalmente a osbcuras, vuelo con la sutileza del vuelo de una mariposa. Con espacios sin mí, sin tí, sin todo y sin nada.
En la cuerda de mi imaginación viajan mis pensamientos. En un cuerda floja sin límites, sin precauciones, sin nada en lo que me pueda sujetar si un paso en falso dé sin pensar.
Ahora me siento en un espacio sin tiempo, en un tiempo sin espacio. En un lugar sin ubicación. En una ubicación sin dirección, ni número. Y en este lugar, oculto y desconocido, no puedo caer ni levantarme. Porque no sé dónde estoy. No sé a qué aferrarme. No sé a quién acudir.
Y por primera vez, no quiero nada, pero a la vez, lo quiero todo. Lo que antes ansiaba con locura, ahora odio con desesperación.
Mi cabeza revolotea fuera de mi ser y mi ser anda perdido y no lo puedo encontrar. No puedo encontrar mi punto de conexión. Mi punto de partida. No logro verme, escucharme ni sentirme, no logro encontrarme.
Mi mirada es indiferente y mi razón está congelada.
A veces tengo ganas de llorar, pero mis lágrimas se resisten.
Quiero despertar.

Véronique

miércoles, 10 de marzo de 2010

En secret...















Déjame guardar el secreto bajo mi almohada.
Dormirlos al despertar cada mañana. Despertarlos cuando las luces se apagan, las voces se callan y la ciudad duerme y respira profundamente después de un ajetreado día.



Véronique

lunes, 8 de marzo de 2010

Feliz día de la mujer !


"¡El encanto es engañoso. la belleza pasa pronto,
lo admirable en una dama es la sabiduría! "



Aún guardo un papelito en el cual está escrita esta frase.
Fue el regalo de mis compañeros el primer año de enseñanza media para las niñas en el día de la mujer. Fue un lindo detalle, el que no olvidaron por los siguientes tres años.
Por lo menos supieron valorar a las damas que tuvieron a su lado jajajaja.

sábado, 6 de marzo de 2010

Después de mucho tiempo


A veces te recuerdo. Quisiera saber cómo estás. Qué es de tu vida. Si todavía te gusta el mismo sabor de helado, o si aún no respondes tu celular en la calle.
Me impresiona que por más que me esfuerce, no puedo recordar muy bien tu cara. Será porque hace más de un año que no te veo, y tampoco me gustaría verte en algún encuentro fortuito en la calle, que es el único lugar que tenemos ahora, en común. Quisiera quedarme con el recuerdo de cuando te conocí.
De la primavera que vivimos. Del verano que esperamos juntos, que comenzamos pero nunca terminamos. De aquel año que esperamos pero nunca comenzamos.
Por tí descubrí parte de la música que hasta el día de hoy escucho. Esas tardes de letras y melodías, de conversas variadas e interminables. Nos faltó tiempo en comprender que tu complicada y casi conservadora manera de ver el mundo nunca podría convivir contra mi no más simple, pero libre y casi(según tú) revolucionaria manera de vivir.
Y de pronto como una vela que se consume de a poco, las cosas se acabaron, de un segundo a otro.
Ahora recuerdo ese día como uno de los más lindos que he tenido nunca con nadie. Tenía en mí, un sentimiento inexplicable, algo que nunca había experimentado antes, que a pesar de tener lágrimas en mis ojos, sonreía.
Y después de mucho tiempo te lo agradezco, y comprendo que todo lo que tenía que pasar pasó, y que todo tiene su tiempo y que nuestro tiempo fue poco pero eso era lo que tenía que durar.
Sólo me queda una cosa por decir, y espero que después de algunos años puedas darte cuenta de que cuando uno ama, lo hace sin condiciones.

Véronique

miércoles, 3 de marzo de 2010

Balance



Quiero que me escuches,
sin haber dicho ninguna palabra.
Que aunque mi voz no se escuche,
mi silencio te lo diga todo.
Que aunque tus ojos no me vean,
tus pensamientos me retraten.
Quiero que me abraces,
sin tocarme.
Que aunque no te atrevas a nada,
llegues al límite de todo.

Véronique

martes, 2 de marzo de 2010


Fue como un sueño...una pesadilla de unos pocos minutos que se hicieron eternos.

A oscuras, me levanté, bajé las escaleras con gran dificultad, y abrazé a mi familia, nada más importaba que estar con ellos. El ruido era aterrador, el movimiento parecía no dar tregua, fueron los minutos más largos de mi vida, los que pensaba nunca acabarían.
La verdad, no recuerdo mucho, son vagas imágenes las que se vienen repentinamente a mi mente y por un segundo mis oídos quedaron sordos a tanto caos. Así fue la madrugada del día viernes 26 de febrero, la noche en la que un segundo cambió mi vida, y la vida de un país casi completo. Y pensar que para el día siguiente tenía planes, los cuales se fueron al carajo con todo lo que pasó, pensar que un día tienes resuelta tu vida, y todo es normal y en un segundo no puedes tener absolutamente nada. Y es en estas circunstancias cuando los seres humanos nos sentimos pequeños e insignificantes después de tanta fuerza natural desatada, después de todo no tenemos el control de nada.
Por suerte toda mi familia está bien, y los daños se limitan a unas cuantas cosas quebradas y el susto de pasar una noche de réplicas.
Ya han pasado 4 días desde el terremoto y las cosas están un poco más normales, pero nada es igual. Las replicas siguen, aunque ligeramente, las calles no son del todo seguras y la gente entra en un pánico colectivo.
Cada vez que enciendo la tv me siento afortunada por estar bien y con mis seres queridos a mi lado, y también, me avergüenzo de ver que la estupidez humana llega a un límite insospechado,
que hay gente que no puede ser llamada como tal, esa escoria humana debería desaparecer de la faz de la tierra de una vez por todas.
En estos momentos se siento una réplica bastante sútil pero que igual te mantiene alerta.

Fuerza a todo Chile y a toda la gente que sufre en el sur de nuestro país !
Ya nos levantaremos de ésta!

Véronique

lunes, 1 de marzo de 2010

Mis pies al sur



Camino con aroma a amapolas
no hay música, tampoco caracolas
en el cielo nacen nubes secas
el tibio aliento de la tierra me trae quejas

Mis pies van al sur
mi cabeza al norte
mis manos al este
y mi corazón se queda aquí

Desde lo lejos
Veo el contorno de sus ojos
borrosos, ojerosos bajo el sol
mi silencio viaja lento como un caracol

Mis pies van al sur
mi cabeza pasó el norte
mis manos sobre el este
y mi corazón se fue

Hay una piedra en mi zapato
y el humo a lo lejos pinta mi retrato
las piedras hacen ruidos con sonidos
y el viento trae polvo desvanecido


Mis pies van al sur
mi cabeza va camino al sub-norte
mis manos al oeste
y mi corazón late aún más fuerte

Respiro y tiemblo con fervor
los pájaros vuelan sin temor
mis pensamientos temen volar sin alas
los árboles susurran en mi oído sin palabras

Mis pies siempre quisieron ir al norte
mi cabeza quedó en el límite
mis manos saladas arriba
y mi corazón dulce se iba


Véronique